25 enero 2021 | América Latina, Internet

Un fondo se suma a las finanzas de impacto social

Por Silvia Stang.

Vinculado ineludiblemente a los objetivos de una producción y una comercialización de bienes con efectos sociales y ambientales positivos, el mundo de las finanzas de impacto se va abriendo paso en los últimos años, con diferentes modalidades. A Sigma, la letra griega usada en matemática para representar operaciones con varios sumandos, recurrió una ONG para darle nombre a un fondo creado con la misión de otorgar créditos a empresas y a instituciones que tienen y demuestran sus propósitos y que suelen quedar al margen de otras formas de financiamiento. La organización sin fines de lucro, en rigor, ya se denomina Sumatoria, y entre sus acciones está la modalidad que permite a inversores particulares financiar, utilizando una plataforma, emprendimientos concretos de la economía social.

“Sigma es un fideicomiso, un instrumento de inversión que otorga créditos a actores de la economía que no tenían financiamiento; para lograrlo hicimos un acuerdo con San Cristóbal Caja Mutual como principal inversor”, cuenta Matías Kelly, fundador de la asociación civil Sumatoria. Los recursos, que son de los asociados a esa entidad mutual santafesina, requieren ser colocados en instrumentos financieros y, en el fondo Sigma, encuentran una opción para hacerlo, con el agregado de que existe “una evaluación de los proyectos” a los que se destina dinero en cuanto a sus impactos; una evaluación que, de manera aislada, no podría hacer la entidad financiera, según explica María Martha Nadeo, gerenta de la mutual de San Cristóbal.

Nacido en noviembre último, el fondo desembolsó hasta ahora $28 millones en préstamos, en tanto que hay proyectos por otros $120 millones en etapa de análisis. El monto promedio es de $5 millones y el plazo, de entre 4 y 36 meses según el caso, con tasa Badlar (hoy de algo más de 34% anual) más 15 puntos y una comisión de 2%.[…]

Fuente: La Nación

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