María Mérola Directora ejecutiva de Ashoka Argentina, Uruguay y Paraguay.
Nos toca vivir una época de grandes desafíos. Aun antes de que 2020 nos trajera “la mayor crisis de nuestra era” -citando al secretario general de la ONU Antonio Guterres- en forma de pandemia, ya estábamos enfrentando enormes retos vinculados a la pobreza y la desigualdad, una crisis climática sin precedentes, más otras inquietudes crecientes en materia de derechos humanos y de restricción de libertades, por solo nombrar algunos temas apremiantes de la agenda global y local.[…]
Existe un cálculo que monetiza cuánto hay que invertir para que el mundo alcance los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y evitar el colapso de la vida humana sobre el planeta. Ana Botero, directora de Innovación Social del Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, indicó en la cumbre Ashoka-GDFE que es necesario movilizar US$ 300 billones de aquí a 2030.
Y sabemos que para que esto suceda no basta ni con el financiamiento público ni con toda la filantropía global, que mueve cientos de millones de dólares para el desarrollo.
Según una publicación de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, la solución está en la movilización del capital privado para crear impacto a la escala que se requiere. En otras palabras, se necesita implementar modelos de inversión que prioricen la capacidad de generar soluciones para el mundo. Si bien la brecha para financiar los ODS se agranda, la buena noticia es que, si logramos reorientar el 1% del mercado mundial hacia inversión de impacto y negocios inclusivos, podríamos cubrir 2 de los 3 billones anuales que hacen falta.[…]
Fuente: Forbes